La recuperación de una laguna en desuso en la depuradora de Ariany como hábitat para la fauna acuática supone la primera actuación del proyecto «Agua y Biodiversidad» iniciado en 2020 por la Agencia Balear del agua con el asesoramiento técnico de la entidad conservacionista WWF.
Esta laguna, que ocupa una extensión de 6.500 m2, cumplía antiguamente las funciones de balsa de evaporación e infiltración del agua depurada pero quedó seca cuando se construyó la nueva balsa de riego del municipio. Su recuperación permite compatibilizar el actual uso agrícola del agua depurada regenerada con el uso ambiental y posibilita la alimentación hídrica permanente de este espacio y la creación de un hábitat acuático de agua dulce. Especies como la polla de agua, el cap blau, la buscarla grossa, el cetia ruiseñor o la focha común se beneficiarán así como anfibios e invertebrados asociados al agua como la rana o los caballitos del diablo.
El conseller de Medi Ambient i Territori, Miquel Mir, ha destacado, por su parte, «la relevancia estratégica» de este proyecto que «permitirá responder a las observaciones hechas por WWF en el Inventario de Zonas Húmedas de las Illes Balears». El documento, que se enmarca en el proyecto MedIsWet, detectó 358 zonas húmedas en el archipiélago y señalaba la necesidad de mejorar la capacidad de carga para la biodiversidad en zonas artificiales como balsas de riego, estanques de campos de golf y depuradoras.
A partir de las conclusiones del informe, la Agencia Balear del agua decidió poner en marcha el proyecto «Agua y Biodiversidad» y encomendó un estudio para definir medidas que permitan un incremento de la capacidad de acogida para la biodiversidad acuática en las lagunas asociadas a las depuradoras. El estudio, todavía en fase de elaboración, incluye 28 EDAR gestionadas por la Agencia en el archipiélago (23 en Mallorca, 3 en Menorca y 2 en Eivissa).
Además de la recuperación de la laguna de Ariany, se prevé que el proyecto «Agua y Biodiversidad» implante medidas de conservación en otros espacios de relevancia ambiental como, por ejemplo, las lagunas de Can Figuera (alimentadas hídricamente por la depuradora de Binissalem) o la laguna de Son Navata, vinculada a la EDAR de Felanitx.
En el Día Mundial de las Zonas Húmedas, Mir ha querido subrayar «la importancia capital de estos ecosistemas en el equilibrio ecológico por la gran capacidad de absorción de carbono que tienen y por ser un refugio de la biodiversidad.» «Su buena salud», ha añadido, «supone una garantía de la correcta gestión del ciclo de la agua».
Este año, se cumplen 50 años del Convenio de Ramsar de Zonas Húmedas de Importancia Internacional que pone de relieve la contribución de las zonas húmedas a la cantidad y calidad del agua dulce de nuestro planeta. «El agua y los humedales están conectados en una coexistencia inseparable que es vital para la vida, nuestro bienestar y la salud del planeta», ha insistido Mir quién ha destacado que el Convenio de Ramsar anima a acciones para restaurarlas y frenar su pérdida en línea con la actuación de la Agencia Balear del agua.