La armonización de los precios premiará a los municipios que planifiquen su consumo con precisión y aseguraría el buen funcionamiento de la red en alta
La Agencia Balear del Agua ha organizado, esta semana, una primera reunión con los municipios de Mallorca a los cuales sirve agua desalada para plantearles el establecimiento de una tarifa única. Este modelo sería similar al implantado recientemente en la isla de Eivissa y que ya da buenos resultados en términos de reducción de la presión sobre los acuíferos.
La iniciativa tiene el objetivo de garantizar la disponibilidad futura del recurso y el mantenimiento de las infraestructuras vinculadas a la red en alta que gestiona la Agencia. Surge también de la obligación de cumplir con la Directiva Marco del Agua que obliga a la recuperación de costes y al buen estado ecológico de las masas de agua subterránea.
La propuesta se basa en un estudio encargado a la Asociación Española de Operadores Públicos de Abastecimiento y Saneamiento (AEOPAS) que ha elaborado, a través de la Universidad Politécnica de València, un trabajo técnico diseñado para que los diversos actores debatan sobre la sostenibilidad económica del agua en la isla. En las próximas semanas, la Agencia organizará talleres de participación y trabajo con el objetivo de fomentar una mayor gobernanza del agua a partir del debate y la transparencia.
Esta primera propuesta divide la tarifa en una parte fija y otra de variable, según el consumo de cada municipio. Así, la parte fija supondría una cuota de conexión que vendría a soportar parte de la estructura de costes que tiene que asumir la Agencia solo para mantener el sistema, mientras que la parte variable se basaría en un compromiso de compra anual que se complementaría con una tarifa progresiva que penalizaría la desviación de la cantidad comprometida. Por lo tanto, los municipios que hagan una planificación precisa del consumo anual se beneficiarán de mejores precios.
La implantación de este nuevo modelo responde a la necesidad de garantizar el suministro de agua potable en un escenario donde todas las previsiones alertan de una reducción creciente de la disponibilidad de agua en el archipiélago, especialmente durante los meses de verano cuando, justamente, se concentra el grueso de la actividad económica y, por lo tanto, se incrementa notablemente la demanda. Es por eso que se considera necesario empezar a estudiar la implantación de un sistema tarifario que beneficie la previsión.
La red de abastecimiento de agua desalada de Mallorca tiene la capacidad de suministrar, actualmente, a 13 municipios a partir de la producción de las tres desaladoras que hay en la isla, situadas en Andratx, Palma y Alcúdia. Se prevé que este año entre en funcionamiento el nuevo tramo Maria-Petra y ya está redactado el proyecto del tramo Petra-Manacor. La Agencia tiene previsto continuar la extensión de esta red hasta Felanitx y ya ha firmado con la Mancomunidad del Pla un Protocolo general de actuación que permitirá que el agua desalada llegue a Sineu a través de una tubería procedente del depósito de Maria de la Salut.