El conseller de Medi Ambient i Territori, Miquel Mir, ha presentado, este jueves, el Informe anual de saneamiento y depuración elaborado por la Agencia Balear del Agua. «De este modo, mantenemos el compromiso de transparencia manifestado el año pasado en la comparecencia voluntaria ante el Parlamento donde presenté la primera edición de este documento», ha destacado Mir quién ha sido acompañado por el director gerente de la Agencia, Guillem Rosselló, y el secretario general, Juan Calvo.
El estudio ha detectado incumplimientos de la normativa en materia de depuración de aguas residuales en 4 de las 79 depuradoras que gestiona la Agencia Balear del Agua. Estas son las de Llubí y Vilafranca, en Mallorca, y las de Vila y Sant Josep de sa Talaia, en Eivissa. «En comparación con el informe presentado el año pasado, cuando eran ocho, son la mitad, por lo tanto, estamos revirtiendo la situación con las inversiones necesarias», ha señalado Rosselló quién ha destacado que ya se están ejecutando las actuaciones que paliarán estas carencias.
Así, por ejemplo, ya está en ejecución un contrato de mejora de la depuradora de Llubí, por valor de 79.789 euros. En el caso de Vilafranca, se encuentra también en ejecución el vaciado de las lagunas de depuración, con un presupuesto de 194.987 euros.
En Eivissa, está en ejecución también un proyecto de mejora de la depuradora de Sant Josep por un importe de 113.416 euros. Finalmente, en cuanto a la depuradora de Vila, la cual genera por sí misma más del 98% del volumen de agua residual mal depurada del archipiélago, el conseller Mir se ha mostrado confiado que el Estado cumpla con las últimas previsiones de ejecución de la nueva depuradora, presupuestada en 51 millones de euros, y que fue declarada de interés general en 2009.
Mir ha destacado la cantidad de actuaciones en marcha para garantizar el correcto funcionamiento de las depuradoras y que forman parte de un paquete de 5,7 millones de euros anunciado en la comparecencia de marzo de 2020. Con todo, ha recalcado que los datos de incumplimiento de los parámetros de calidad del agua residual urbana que llega a las depuradoras desde las redes de competencia municipal no son buenos a pesar de que también se ha detectado una reducción respecto al año pasado. «Es básico y preceptivo que todas las administraciones implicadas en la gestión del ciclo integral del agua asumamos la coresponsabilidad de garantizar a la ciudadanía que recibe el mejor servicio posible.
En este sentido, Calvo ha destacado que, en el conjunto del archipiélago, en 2020 se ha detectado un 35,5 % del agua residual de alcantarillado con mala calidad, superando los valores máximos establecidos en la normativa y dificultando la adecuada depuración de las aguas residuales. Por islas, el porcentaje de incumplimientos es el siguiente: Mallorca (25,1%), Menorca (21 %), Eivissa (63%) y Formentera (66,8%). En total, el agua residual del alcantarillado de 30 municipios no cumple con los requisitos de calidad.
Mir ha recalcado la necesidad de cerrar un Pacto por el agua con todas las administraciones competentes en la gestión integral del ciclo del agua que se fundamente en el principio de coresponsabilidad. En este sentido, ha recordado que, en el marco del Pacto para la Reactivación de las Islas Baleares, el Gobierno transfirió unos 15 millones de euros a los consejos insulares para financiar proyectos destinados a mejorar las redes de saneamiento de competencia municipal. En este sentido, Mir ha señalado que la conselleria está reclamando al Estado que incluya partidas destinadas a los municipios en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
La carencia de actividad turística provocada por la pandemia ha reducido en un 16,8% el volumen de agua depurada en el archipiélago durante el 2020. Por islas, la reducción ha sido la siguiente: Mallorca (-18,32%), Menorca (-34,21%), Eivissa (-24,46%) y Formentera (-12,91%).