A la hora de establecer, en primera instancia, una comparación a nivel de archipiélago hay que tener en cuenta que no podemos usar datos absolutos, es decir, atender simplemente al total de residuos extraídos por isla/año. Es necesario, pues, encontrar un factor común que permita equiparar cada isla con las otras para conseguir establecer dicha comparación de forma óptima. Así pues, se ha optado por estudiar el total de residuos recogidos por longitud de costa (km-lineal) en cada una de las islas [1].
La Figura 96 representa la evolución, en cuanto a recogida de residuos, que ha experimentado el archipiélago Balear durante los dos últimos ciclos del servicio de Limpieza del Litoral (2014-2016 y 2017-2019) por año e isla.
De entre los seis años estudiados, el más destacable es, sin duda, el 2015. Hay que decir que este pico de residuos recogidos durante la temporada de 2015 es puntual y que se explica, sobre todo, atendiendo a condiciones meteorológicas, pues aquel año en particular se combinaron dos factores claves: climatología favorable (buen tiempo que permite a las embarcaciones salir a trabajar casi a diario) y predominancia de corrientes y vientos térmicos (devuelven hacia la costa los residuos, evitando así que estos se dispersen mar adentro). Al mismo tiempo, en parte gracias a las particularidades de dicha temporada, la mayor disparidad entre ciclos la encontramos dentro del periodo 2014-2016.
Interesante destacar también que Mallorca, a pesar de ser la isla con más extensión de costa (623 Km), no siempre es la que más residuos retira. Por ejemplo, Ibiza (239 Km) retira más toneladas de residuos que ambas islas (Mallorca y Menorca) durante tres temporadas consecutivas (2015-2017). Lo mismo pasa con Formentera (85 Km), que retiró aproximadamente un 11% más de residuos sólidos marinos que Menorca (299 Km) durante la temporada 2015, o un 34% más que Ibiza en 2018. Respecto a la temporada 2019, podemos destacar que es el primer año desde 2014 que sigue la lógica de “a más extensión más material recogido”, siendo Mallorca donde se concentra el grosor de residuos retirados por kilómetro de costa, así como la proximidad de los valores obtenidos en Menorca e Ibiza.
Por otro lado, la Figura 97 representa la misma evolución anterior, pero ahora sin diferenciar entre islas y atendiendo a mes y año. De aquí se extrae que los valores mínimos de recogida se concentran en el mes de mayo, ya sea por inactividad del propio servicio o porque el impacto turístico todavía es limitado. Exceptuando la temporada 2014 (con valores siempre en aumento), a partir del primer mes en que las embarcaciones del servicio salen a trabajar se produce un incremento progresivo de los valores de retirada que llegan hasta julio-agosto, los cuales son también los meses que presentan los máximos valores de retirada (exceptuando la temporada 2019), hecho que concuerda con uno de los momentos de mayor carga turística. Al mismo tiempo, también podemos ver que, habitualmente (exceptuando otra vez la temporada 2014), el tonelaje de material recogido va decreciendo a partir del mes de agosto.
Finalmente, podemos comentar que casi a lo largo de todas las temporadas, 2015 y 2016 son los años donde más residuos se retiran. Esto podría ser debido (además del factor climático ya mencionado antes) a una ligera mayor presencia de embarcaciones durante el ciclo 2014-2016 (hasta 3 más que en el ciclo que nos ocupa). Por otro lado, si focalizamos únicamente sobre la temporada 2019, al contrario de lo que vemos en el resto, la evolución mensual de recogida es bastante estable, sin excesivas variaciones.
Mallorca
Siguiendo la dinámica observada anteriormente, la Figura 98 nos muestra la evolución de recogida de residuos por mes y año en Mallorca. El gráfico en cuestión es muy parecida al que se ve en la Figura 97 y, de hecho, el mayor parecido radica en qué: las temporadas 2015 y 2016 son aquellas donde más residuos suelen retirarse, los menores valores de residuos recogidos también se concentran en mayo y, además, a partir de los inicios de las tareas de recogida se produce un incremento progresivo de los valores de retirada que llega hasta los meses de julio-agosto (exceptuando la temporada 2014).
Sin embargo, existen también diferencias. Por un lado, aquí solo la mitad de las temporadas estudiadas (2015-2017) presentan julio-agosto como los meses con los valores máximos de retirada de residuos. Por otro lado, podemos observar cómo a partir de agosto al menos dos temporadas en lugar de presentar una tendencia de retirada decreciente lo que presentan es justo el contrario, un aumento ligero (2018) o más acusado (2014).
Mención especial merece la temporada 2018 que, desde junio, presenta prácticamente el mismo tonelaje de recogida.
Si ponemos el foco sobre la temporada 2019 y el tipo de material recogido descubrimos que, aproximadamente, la mitad de este corresponde solo a plástico, seguido de madera y vegetación (Figura 99).
La Figura 100, ofrece una visión de cómo va evolucionando la retirada de cada tipo de material a lo largo de la temporada en cuestión. Como ya se podía ver en la figura anterior, el plástico es protagonista indiscutible, los valores del cual solo empiezan a descender significativamente más allá de agosto.
También destaca por ser el material que presenta un mayor rango de variación respecto a si mismo (hasta un máximo de ±1,87 t). En cuanto al resto de materiales podemos comentar que, excepto la madera, desde julio todos inician un descenso ininterrumpido en cuanto al tonelaje de recogida y, al mismo tiempo, ninguno presenta una variación, respecto a sí mismo, superior a ±0,73 t.
Menorca
La Figura 101 nos muestra la evolución de recogida de residuos por mes y año en Menorca. A primera vista, podemos comprobar como, en el transcurso de los meses, las temporadas 2015 y 2016 han perdido las primeras posiciones en cuanto a valores de residuos retirados. En cambio, se siguen concentrando la mayoría de los valores mínimos de recogida en el mes de mayo (temporadas 2015 y 2019 como únicas excepciones).
Desde los inicios de los trabajos de recogida, se suele ver un incremento progresivo de los valores de retirada de residuos que también llegan hasta julio-agosto (con 2015 y 2019 como las excepciones más notables). Respecto los meses que registran los valores máximos de retirada, no hay un patrón común del todo definido, siendo mayo-junio (2015, 2019) y agosto-septiembre (2014, 2016) los lapsos temporales más habituales donde se concentra mayor actividad de recogida de residuos. Por otro lado, en este caso el descenso en el tonelaje recogido se reparte, equitativamente, en tres periodos: a partir de junio (temporadas 2015 y 2019), julio (temporadas 2017-2018) y agosto (temporadas 2014 y 2016).
Si ponemos el foco sobre la temporada 2019 y el tipo de material recogido podemos comprobar como, por primera y única vez, más de la mitad del total recogido corresponde solo a plástico, seguido de madera y orgánico (Figura 102).
La Figura 103, ilustra la evolución de la retirada de cada tipo de material a lo largo de la temporada en cuestión.
El plástico, como residuo mayoritario, destaca por ser el único que es extraído mensualmente a razón de más de una tonelada (con una variación máxima de ±0,63 t). En cuanto al resto de materiales, respecto a ellos mismos, madera y orgánico son los residuos que más fluctúan a lo largo del tiempo (con variación máxima de ±0,4 t), mientras que la vegetación es el que se mantiene más estable (variación no superior a ±0,11 t). Finalmente, puede ser interesante resaltar que mientras la temporada se acaba viendo como residuos plásticos y orgánicos van en descenso, el resto va aumentando, siendo los catalogados como «otros» los que muestran mayor incremento.
Ibiza
La evolución de recogida de residuos por mes y año en la isla de Ibiza se representa en la Figura 104.
Lo primero que vemos es que la superioridad de las temporadas 2015 y 2016 vuelve a la escena. Más allá de esto resulta interesante constatar que, en consonancia con lo visto en las islas de Mallorca y Menorca, el mes de mayo concentra los valores mínimos de recogida. También, a partir del inicio de las tareas de recogida sigue produciéndose un incremento progresivo de los valores de recogida que alcanza hasta julio-agosto, con 2019 como única excepción. Respecto los meses que presentan los valores máximos de retirada destacan, en primer lugar, julio-agosto (2015-2016, 2018), y después agosto-septiembre (2014, 2017). Por otro lado, el descenso en el tonelaje recogido lo podemos empezar a observar, generalmente, a partir de agosto, siendo las temporadas 2014 (no se registra ningún descenso) y 2016 (el descenso se inicia a partir de julio) las únicas excepciones.
Si ponemos el foco sobre la temporada 2019 y el tipo de material recogido, se observa que casi la mitad del total recogido sigue siendo plástico seguido de madera y orgánico (Figura 105).
La Figura 106 ilustra la evolución de la retirada de cada tipo de material a lo largo de la temporada en cuestión. Lo primero a destacar es que, por primera vez, el plástico no es el residuo que más se retira mensualmente, pues es superado por la madera en el mes de junio.
Por otro lado, ahora la posición de residuo más fluctuante, respecto a sí mismo, lo ocupa el orgánico (con una variación máxima de ±0,67 t), siendo la vegetación el residuo más estable (variación inferior a ±0,22 t). Finalmente, menos en el caso de vegetación, es importante comentar que todos los residuos presentan acusados picos de recogida, destacando agosto, el cual engloba los picos de plástico, orgánico y «otros».
Formentera
La evolución de recogida de residuos por mes y año en la isla de Formentera se representa en la Figura 107. Aquí el 2015 consigue retener la superioridad como temporada donde más cantidad de residuos se retiran. Mayo se postula como el mes en el que menos material se retira, con excepción del 2019. Al mismo tiempo, desde que empiezan las tareas de recogida también se produce un incremento en los valores de retirada que alcanza hasta julio-agosto, exceptuando también la temporada 2019.
Respecto a los meses que presentan los valores máximos de retirada, como sucede en Menorca, no existe un único patrón común que englobe la mayoría de las temporadas estudiadas, siendo la combinación más importante en julio-agosto (2014-2015) junto con julio y septiembre (2016, 2018). Por otro lado, el descenso en el total recogido tampoco presenta un patrón claro, pero lo más habitual es que se produzca a partir del mes de agosto (2014-2015, 2017). En este caso, la temporada 2019 vuelve a ser la más discordante, donde dicho descenso empieza ya, y abruptamente, a partir de junio (momento en que se logra el máximo valor de recogida del año).
Si ponemos el foco sobre la temporada 2019 y el tipo de material recogido, se observa que poco menos de la mitad del total recogido es plástico, seguido de vegetación y madera (Figura 108).
La evolución de la retirada de cada tipo de material a lo largo de la temporada en cuestión se presenta en la Figura 109. Podemos ver que ambos residuos mayoritarios presentan un gran pico de retirada en el mes de junio y que, también, son los que mayor grado de variación presentan respecto a ellos mismos (hasta ±243 kg el plástico y ±270 kg la vegetación). Otro punto interesante a comentar resulta ser que, menos el plástico, todos los materiales presentan un total de retirada muy reducido al finalizar la temporada, en ningún caso superior a 18 kg (madera).
[1] Plan Hidrológico de la demarcación hidrográfica de las Illes Balears